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12 platos de Bogotá que todos debemos probar en la vida
Publicado
febrero 26, 2016
¿Quiere tener argumentos para amar a la capital? Anote lo siguiente: “Bogotá es un atractivo gastronómico”.
Resulta que uno de los aspectos que nos hace más auténticos son nuestras costumbres culinarias. Así lo entendió el Instituto Distrital de Turismo (IDT), que en aras de ofrecer lo mejor de la ciudad a propios y extraños, realizó la ‘Guía Gastronómica de Bogotá’ con sus 12 platos imperdibles.
Esta deliciosa selección es el plan perfecto de todos los días. La excusa que usted necesita para ir en familia, en pareja o con amigos a devorarse los manjares de la comida capitalina.
1. El Ajiáco
Esta sopa de procedencia indígena a la que se le han ido agregando ingredientes como el pollo, la crema de leche y las alcaparras, es uno de los más tradicionales de la gastronomía bogotana.
El ajiáco santafereño lleva mazorcas tiernas y tres clases de papa: la criolla que se disuelve, le da su sabor y color; la pastusa que le da consistencia, y la sabanera.
El más típico de los ajiacos bogotanos debe su gracia a las guascas, una hierba silvestre que le aporta un aroma especial.
Es tan emblemático este plato, que en noviembre se celebra el Día del Ajiaco Santafereño, una ocasión que reúne chefs, amas de casa y aficionados.
No se le olvide el aguacate.
2. El tamal
“El que en Bogotá no ha ido con su novia a Monserrate no sabe lo que es canela, ni tamal ni chocolate”, dice una famosa copla bogotana.
Tal vez no exite capitalino que no haya amenizado uno de sus desayunos con tamal. Un paquetico de hojas verdes que esconde sabores de la época prehispánica y todo el fruto del mestizaje en nuestras tierras.
Este plato es compartido con varias regiones del país. Lo probamos para fiestas, celebraciones y hasta ‘guayabos’.
¿Qué lleva un tamal santafereño? Aparte de una buena cocción al vapor -que lleva la masa de maíz a su punto preciso- este tiene un trozo grande de tocino, garbanzos, trozos de pollo o gallina, unidos por el aroma del comino y el achiote (color).
3. Chocolate santafereño
Del chocolate santafereño se tiene registro desde el siglo XVII, y aún hoy se mantiene como una de las delicias típicas de los desayunos bogotanos.
Caliente y espeso, una bebida ancestral que reconforta el espíritu, mejora el ánimo y es motivo de felicidad para quien lo goza.
Se suele preparar en leche con toda su crema, azúcar; y aromatizado con clavos y canela.
Es el acompañante perfecto del tamal, la changua, la almojábana o un simple pedazo de pan.
4. La fritanga
El cruce entre dos mundos en la época de la colonia nos dejó una fusión culinaria muy especial: la ‘fritanga’.
Esta consiste en una picada de carnes y embutidos, que se acompañan con tubérculos y frutos de varias regiones del país.
La fritanga lleva papa criolla, morcilla, carne de res y cerdo, platano, mazorca, trozos de yuca, chorizo y longaniza.
Para todo bogotano, este es un manjar que se halla en las esquinas de los barrios, en las plazas de mercado o en los asados domingueros que reúnen las familias.
5. Puchero santafereño
¿Qué mejor para el frío que un sabroso caldo bien calientico? El ‘puchero santafereño’ es una de las muchas herencias de nuestro mestizaje. Un plato lleno de sabores y texturas que incluye pollo, carne de res y de cerdo, mazorcas tiernas, yuca, papa sabanera, arracacha, hibias y tubérculos como los cubios.
Para aromatizarlo, se usa cebolla de verdeo, laurel, tomillo, cebolla cabezona y cilantro.
A la hora de servirlo no olvide el “hogao” con queso y la tajadita de aguacate.
6. La changua
En CÍVICO le contamos la clave para preparar la mejor de las changuas. Esta tiene como base la leche, un huevo que se cocina los minutos necesarios para que su yema no se endurezca, trozos de pan, más cebolla y cilantro finamente picados.
Si se dice llamar bogotano tiene que haber probado esta sabrosa preparación, que es acompañada con calao, tostadas, o en algunas partes también le echan arepa o almojábana.
7. Empanadas bogotanas
La empanada capitalina es deliciosa, deja el paladar con una sabrosa sensación de relleno de papa, carne y especies aromáticas. Es tan deliciosa, que es casi imposible comerse solo una.
Este frito imperdible se encuentra en cada esquina de la ciudad. Es más, un colaborador de CÍVICO nos dijo que encontró las mejores empanadas de Bogotá.
8. Amasijos y colaciones
El altiplano cundiboyacense tiene un panecillo muy especial: la almojábana. Un alimento que viene de la palabra árabe al-muyabbana, que podría traducirse como “la que tiene queso”.
Este se hace con harina de maíz, cuajada, mantequilla, huevos y azucar. Se sirve tibia y esponjosa.
Pero no deje atrás el envuelto de mazorca, esa masa de maíz tierno a la que se le echa mantequilla y cuece en paqueticos de su propio amero.
También están las mantecadas, los panderos, el pandeyuca, los cotudos y garullas de Soacha.
Todo un conjunto de delicias que acompañan nuestras fiestas de Navidad y año nuevo.
9. Dulces y postres
Los bogotanos somos por tradición muy dulceros. No se concibe un almuerzo o cena sin un postre como cierre.
La variedad es tan infinita como las cantidad de frutas del país. Hay dulce de papayuela conservada en almíbar y canela, dulce de uchuva, dulce de moras, dulce de durazno, casquitos de limón o de guayaba conservados en almíbar, entre otros.
Asimismo, la lista continúa con ricos postres: esponjado de guanábana, bocadillo de feijoa, postres de natas, arroz con leche, caspiroleta, esponjado de curuba, las panelitas de leche, el mielmesabe, las cocadas, las obleas y todo un mundo de golosinas imperdibles.
10. Aguapanela con queso
Este zumo de la caña de azúcar es el acompañante perfecto en esas tardes lluviosa de Bogotá.
Esta bebida tiene fama de ser un ‘antibiotico natural’. Por su alto contenido calórico, es la fuente de energía de los ciclistas colombianos, alivia estados gripales y es ideal para beber en días muy fríos.
Su acompañante más deseado es el queso, pero también es rica con almojábana.
En varias partes se le mezcla con aguardiente para hacer el popular ‘canelazo’.
11. El aguardiente
Desde los comienzos de la colonización y con la introducción de la caña de azúcar, se dio inicio a la producción del aguardiente, un licor que se denomina así por el fuerte sabor y la sensación que deja en la garganta al beberlo.
El aguardiente es sin lugar a dudas la bebida alcohólica tradicional de Colombia, y en Bogotá nos ameniza las fiestas, las tardes de ocio o los paseos en familia.
12. El Café
Nuestro país es conocido en el mundo por producir uno de los cafés más suaves y apetecidos del planeta.
En Bogotá, una taza de café ha sido el motivo para contar historias y ‘tertuliar’ sobre la vida y sus facetas. Una tradición de antaño que nos ha dejado incluso un tour del café.
Es común en cualquier parte escuchar a alguien pedir un ‘tinto’, como se le llama al café negro, o un ‘perico’ (café con leche, pequeño).